Los encantos de mujer
Si tu belleza entrara en mi corazón,
no dudaría en contemplarla para siempre,
pero su balcón está muy alto y yo soy muy bajito,
quizá las alas de mi ilusión solo queden como ilusión.
Ven a mi, bella flor,
deja que mi sueño dorado,
trascienda hasta tu pecho,
colmando de alegría y felicidad,
para que aquel vaivén,
que cruza en mi mente sea cotejado.
Se que no soy digno de tu presencia,
pero la enredadera que sierra mi camino,
cada día abre espacio para entrar,
ojalá permitas caminar junto a ti,
tomaditos de las manos,
diciéndole al mundo,
lo imposible puede ser posible.
Cruzo entre mis manos los dedos,
como rogando por aquel amanecer,
para que ilumine mi mente, mi alma y mi corazón,
y decirle con gran valor, niña linda,
eres mi gran amor.
No tardes tanto, para decirme con bella voz
y de tus dulces labios la palabra más corta
y bella del mundo;
amor has encontrado la ilusión que parecía ilusión.
Moja mis labios con la ternura de los tuyos,
deja que corra la magia de la existencia
de dos cuerpos enamorados,
vibrantes y sonrientes, como un bello amanecer.
Si fuese así, mi vida cambiaría
y la tuya también,
jugaríamos a encontrar la felicidad anhelada,
quizá no perfecta, pero si,
compatible mi bella adorada.
Deja escapar su fragante perfume,
en la almohada de mi sueño, dorado
para desde ahí,
contemplarte con los palpitares de mi corazón
y escribir con la pluma amada,
los encantos de tu belleza angelical.
Tu sonrisa, tu voz, tu rostro tierno,
colma de alegría mi entorno soñado,
su cuerpo esvelto, sus pasos
agigantados,
pone en contexto la luz del bello día.
Bendita por la madre naturaleza sea,
por siempre mujer,
deja que mis pensamientos y deseos
colmen la cúspide soñada para siempre,
de palpar atentamente su delicado corazón.
Cuando tu mano se acerca a la mía,
dejas escapar la sinfonía contemplada,
donde cada tejido irradia la magia de encanto,
que mi corazón quisiese concebir.
Idealiza tu consultoría con mi corazón,
y verás que la magia de tu fórmula,
colmará de alivio los males del dolor,
que tus pacientes acuden a curar.
En formato pergamino se lo voy a enviar,
para que lo revises y lo puedas interpretar,
pues mi corazón, mi mente y mi amor
muy azucareritos y mielocitos están.
Como se va para el Caribe,
y a la playa ha de viajar,
no dejes mi pergaminito, llévelo, analízalo,
al son musical de las olas del mar,
y cuando regreses a mi humilde casa,
un abrazo con beso me puedas dar,
porque tú eres la portada de mi poesía.
Pero si de pronto, la inspiración,
de mis versos, no tallan la frescura pretendida,
déjalo en un barco de papel en el mar,
para que navegue sin cesar, y siga por el mundo,
buscando, un nuevo amanecer.
Espero no se sienta denostar mi bella princesa,
que estos son solo versos inspirados en ti,
y sé que, nunca encontrarás en tu vida,
una forma de declararse de esta manera.
Te quiero mucho